Contexto político y económico

Aún después de un periodo de auge económico y avances a la modernidad conseguidos durante el gobierno de Miguel Alemán, la situación entre el gobierno y la población atravesaba por momentos sensibles. De diversos grupos sociales se escucharon las críticas a la política alemanista, debido a que, a pesar de la creación de programas de desarrollo económico, la apertura de nuevas tierras para los campesinos y el impulso hacia la industria, la corrupción no dejó de estar presente entre los funcionarios públicos. Por lo que la política del siguiente gobierno (Ruiz Cortines) fue la de tratar de solucionar los problemas que había heredado: mejorar la popularidad hacia el gobierno y establecer la economía, que se encontraba en auge aunque con inflación y devaluaciones. 

 

Sin embargo, durante la década de los 50 la situación para la clase trabajadora no fue muy alentadora, sufriendo grandes deterioros, desarrollando la división y organización de los grupos sociales. El descontento creció, no solo para los trabajadores y campesinos, sino para los sectores de maestros, estudiantes e intelectuales; asimismo, buscaron expresar su malestar a través de movilizaciones, en las que pretendían conseguir la solución a sus peticiones y a las promesas que se habían generado a raíz del moviemiento revolucionario y que posteriormente, los gobiernos de la porguerra fueron olvidando. 

 

Durante 1957, Ruiz Cortines tuvo que buscar una solución rápida y eficiente para calmar la situación con los movimientos y las protestas; por lo que se obligó a tener una relación más abierta entre el gobierno y la sociedad, creando un espacio de independencia sindical y libertad de expresión. Mismo espacio, fue aprovechado por los ferrocarrileros para organizar su movimiento, utilizando los tiempos electores que se acercaban.

 

Para finales de 1957, Ruiz Cortinez propuso a Adolfo López Mateos como el candidato presidencial sucesor del PRI; por otro lado, el PAN designó a Luis H. Álvarez como su candidato. No obstante, para el periodo cercano a las elecciones, la atención había sido opacada por los movimientos que empezaron a responder y a exigir en el país desde que inició el año de 1958 (año de las elecciones). 

 


Inicio de las protestas 

Durante el mes de febrero de 1958, los trabajadores de Ferrocarriles Nacionales de México se organizaron para manifestar la necesidad de un aumento salarial, por lo que decidieron conformar una comisión a favor del aumento salarial. Para mayo, se reunieron los delegados de todo el país; siendo uno de ellos, Demetrio Vallejo. En esta junta, se acordó solicitar para los trabajadores, un aumento de 350 pesos al mes. No obstante, Samuel Ortega, el lider del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM), quien no había participado en la creación de la comisión; se negó a proseguir con la demanda, proponiendo que hasta agosto (una vez que pasaran las elecciones presidenciales) solicitaría un aumento de solo 200 pesos; además de exigir a los trabajadores un comportamiento respetable y adecuado. 

 

Por su parte, los ferrocarrileros de la capital, realizaron un mitin en la que rechazaban la opinión de sus líderes. Además en Oaxaca, Chiapas y Veracruz también se rechazaron las propuesta del líder del STFRM, por lo que buscaron reunirse representantes de estos estados en Veracruz para elaborar el Plan del Sureste. En dicho plan, se plantearon estas ideas: 

  • Rechazo de la petición de aumento de 200 pesos, solo aprobando el la comisión de 350 pesos 
  • Destitución a los Comités Ejecutivos Locales por pactos en contra de los trabajadores
  • Nombramiento de nuevos dirigentes, iniciando desde el Comité Ejecutivo General, siendo reconocidos y aceptando las demandas de la comisión 

 

Estos eran las principales peticiones, qué, si no eran cumplidas, llevarían a paros escalonados. De lo ante dicho, el 26 de junio se empezaron a realizar los paros escalonados en casi todo el sistema ferrovíario. En una asamblea, los ferrocarrileros llevaron a cabo un Comité Ejecutivo de la comisión, siendo Demetrio Vallejo, el líder de este. El 1 de julio, después de 5 días de paros escalonados, el presidente Ruiz Cortines tuvo que hacer una intervención para negociar con la comisión. La primera propuesta fue la de un aumento de 215 pesos, misma que fue aceptada por los ferrocarrileros, debido a que al final habían conseguido trato directo entre la comisión y el gobierno. 

 


Comité Ejecutivo General con Demetrio Vallejo

Aunque ya habían conseguido tener trato directo con el gobierno, los trabajadores también deseaban acabar con la corrupción en el sindicato, o sea, con los "charros" del STFRM. Para obtenerlo, realizaron la VI Convención Nacional Extraordinaria, ahí hicieron los cambios. Sin embargo, esta situación afectaba gravemente a las elecciones que se llevarían a cabo en esos días, debido a que habían candidatos provenientes del STFRM para las diputaciones y las senadurías por el PRI, lo cual serviría a los ferrocarrileros para manifestar su descontento hacia sus líderes sindicales. 

 

Para el 12 de julio, durante la convención se nombró un nuevo Comité Ejecutivo General; por parte de los trabajadores, con Demetrio Vallejo a la cabeza y por el lado de los oficialistas a Salvador Quezada Cortés. Con esto, se inició una nueva lucha para obtener la legitimación de Vallejo; de nueva cuenta con paros escalonados por el país. El gobierno, desconoció la convención, por lo cual consideró ilegal el nombramiento de Vallejo. Por lo tanto, para el 2 de agosto, comenzó el periodo de represión en contra de los ferrrocarrileros, usando la fuerza policiaca para detener a todos los que pensaban como Vallejo; asimismo, les devolvió los locales sindicales al comité de Salvador Quezada. Ante esto, Vallejo organizó un paro total de las actividades como forma de manifestar su incomformidad. 

 

El gobierno de Ruiz Cortines, al observar esta situación, buscó nuevas alternativas para controlar a este movimiento, por lo que les ofreció nuevas elecciones en el STFRM, en donde estarían involucradas ambas partes. Aun con todas las campañas en contra, en unas elecciones muy contundentes, Vallejo fue declarado ganador con 59 759 votos contra 9 de su contrincante. 

 

 


Huelga en 1959 y fin del movimiento 

Para el 1 de diciembre de 1958, el gobierno ahora lo ejercía Adolfo López Mateos y continuó con la política de represión. Y para el 25 de febrero de 1959, los ferrocarrileros nuevamente estallaron en huelga por un aumento salarial y en contra de las violaciones del contrato colectivo. No obstante, la huelga se aplazó 1 mes, fecha que resultaba poco favorable a los ferrocarrileros, debido a que era temporada vacacional. Tres días después, el 28 de marzo, Vallejo fue detenido por la policía; dando inicio a una represión masiva que dejó como resultado a 9 mil ferrocarrileros despedidos y las instalaciones sindicales ocupadas de forma violenta por la policía. 

 

El paro se mantuvo hasta el 3 de abril, sin embargo, los ferrocarrileros no tuvieron mayor remedio que regresar al trabajo. Además, los charros recuperaron el control y poder del STFRM. Esto significó una gran derrota para los trabajadores, incluso años más tarde; lo que en un inició solo era un problema económico, concluyó con la represión y encarcelamiento de los principales líderes del movimiento. 

 

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